domingo, 11 de enero de 2015

EL BAUTISMO DE JESÚS.

HOY LA IGLESIA CELEBRA EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN. TERMINA ASÍ EL TIEMPO DE LA NAVIDAD Y DAMOS COMIENZO AL TIEMPO ORDINARIO HASTA LA LLEGADA DE LA CUARESMA.

JESÚS ES BAUTIZADO POR JUAN...
El relato del bautismo de Jesús que la liturgia de este domingo nos invita a meditar toca una pregunta crucial de nuestra fe: ¿Quién es Jesús? Tal pregunta ha recibido en el tiempo de Jesús y durante toda la historia una infinidad de respuestas que muestran el intento por parte del hombre y del creyente de acercarse al misterio de la persona de Jesús. En nuestro recorrido meditativo, sin embargo, queremos llegar a la fuente más genuina y más digna de atención, la palabra de Dios. 
 En la persona de Jesús convergen y se hacen presentes dos figuras presentadas por Isaías: la esperanza del rey. Mesías y la figura del Mesías sufriente. No es impropio decir que la escena del bautismo presentada por Lucas es una verdadera catequesis sobre el misterio de la persona de Jesús, mesías, rey, siervo, profeta, Hijo de Dios.
Además, de la voz del cielo aparece la cualidad transcendente, divina, única de la persona de Jesús. Esta pertenencia de Jesús al mundo de Dios será visible, palpable, experimentable incluso en su humanidad, en su presencia en medio a los hombres, en su peregrinar por los caminos de la Palestina. Por tanto la Palabra de Dios en este domingo intenta mostrarnos con el relato del bautismo la solemne presentación de Jesús al mundo. Esta se completará solo en la cruz y en la resurrección. De hecho sobre la cruz se superponen dos rostros de Cristo, el humano-salvífico con la muerte en la cruz para nuestra salvación, y el divino a través de la profesión de fe del centurión: “Verdaderamente este era el Hijo de Dios”. La Palabra de Dios en este día del Señor nos invita a contemplar y adorar el rostro de Cristo

CONTIGO QUIERO, SEÑOR
Alcanzar y bajar hacia las aguas del Jordán
para sentir que Dios llama siempre
a pesar de las dificultades del camino.
CONTIGO QUIERO, SEÑOR
Dejar la comodidad de mi casa,
de mis amigos y trabajos,
para empeñarme un poco
en aquello que el Evangelio
necesita de mis manos y de mi esfuerzo.
CONTIGO QUIERO, SEÑOR
Renovar mi Bautismo
un tanto empolvado por el paso del tiempo.
Reavivar mi Bautismo
un tanto mortecino.
Fortalecer mi Bautismo
a veces débil y acomodado.
CONTIGO QUIERO, SEÑOR
Escuchar mi nombre y una llamada
“Tú eres mi Hijo.”
Para que nunca falte en tu causa
buenos testigos
que pregonen tu Palabra.
que pronuncien tu nombre,
que den testimonio de tu Reino,
que ofrezcan lo que son y tienen
y Dios sea  conocido, amado y bendecido
en las cuatro direcciones del mundo.
CONTIGO QUIERO, SEÑOR
Renovar, levantar,
Ilusionar y mejorar,
Incentivar y alimentar,
Revitalizar y fortalecer
lo que un día, por la fuerza del Espíritu,
me hizo hijo de Dios
miembro de su pueblo
hijo de la Iglesia
testigo de tu Reino:
EL BAUTISMO

Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario